MASAJE EN LOS CABALLOS Parte 5
Sep 1, 2018LA DURACIÓN DEL MASAJE y LAS RESPUESTAS DEL CABALLO ANTE EL MASAJE
LA DURACIÓN DEL MASAJE
En función de si se trata de los primeros masajes o de una sesión más, el tiempo empleado para su realización variará.
Los tiempos estimados para la realización de los diferentes masajes son:
- Primer masaje: realizaremos un masaje de relajación, con movimientos suaves, evitando presiones bruscas. Este primer masaje debe servir para ganarnos la confianza del animal y deberá durar entre 10 y 20 minutos. Por supuesto esto puede variar en función de las reacciones que muestre el caballo.
- Masaje de cabeza: complementa a la fase previa de relajación y puede durar entre 10 y 30 minutos.
- Masajes de mantenimiento: sirven para mantener los músculos en forma. Los primeros deberán durar entre 30 y 40 minutos, alargando las sesiones a medida que el caballo se va habituando más.
- Un masaje de mantenimiento de más de una hora no es algo inusual si bien deberemos vigilar el estado del caballo, puesto que pasada una hora puede comenzar a ponerse algo nervioso.
- Masaje de recuperación: sirve para prevenir rigideces y bloqueos musculares tras el ejercicio físico, debiendo durar entre 20 y 30 minutos.
- Masaje terapéutico: por supuesto siempre consultaremos con el veterinario antes de realizar un masaje de este tipo si bien su duración nunca será superior a los 50 minutos. En estos masajes se deberá dejar un tiempo para la hidroterapia y otro para los ejercicios de estiramiento.
En un principio los masajes serán cortos, aumentando de manera progresiva según se disminuye el grado de la lesión.
Cada caso deberá estudiarse concienzudamente para saber cómo actuar.
LAS RESPUESTAS DEL CABALLO ANTE EL MASAJE
Mientras realizamos un masaje deberemos estar bien atentos a sus reacciones, puesto que de ellas aprenderemos.
Si es la primera vez que realizamos el masaje, el caballo sentirá una enorme curiosidad por lo que le está pasando, algunos se quedan totalmente parados dejándose hacer, mientras que otros se mostrarán inquietos, nerviosos o incluso a la defensiva.
Es preciso que reconozcamos lo que desea transmitirnos con su “lenguaje corporal, puesto que habrá que ir adaptando el masaje a lo que el caballo siente.
Así los signos más habituales de temor son: cabeza alta, orejas hacia atrás, expresión de nervios, agitación de la cola, rápida respiración…mientras que transmitirá relajación y placer siempre que baje la cabeza, ladee las orejas, suspire…
Lo normal es que, tras unas pocas sesiones, el caballo termine por aceptar la actividad del masajista, disfrutando del momento del masaje. A pesar de eso, podemos encontrarnos con ejemplares que no sean capaces de aceptar el masaje, lo cual suele venir motivado por tres causas principales:
Antecedentes traumáticos: malos tratos, que le hagan reticente al contacto con el hombre.
Accidentes: que hayan lesionado la zona.
Timidez ante el contacto: suele venir motivada simplemente porque el hombre no les ha prestado la suficiente atención, por lo que nunca han tenido relación con el ser humano y se cohíben ante su presencia.
De cualquier manera y sobre todo en los primeros masajes, convendrá acercarse con suavidad al animal, hablándole de manera tranquilizadora.