Quizás no podamos cambiar los resultados, pero, sí cómo nos afectan mentalmente

Quizás no podamos cambiar los resultados, pero, sí cómo nos afectan mentalmente

Jul 4, 2024 0 Por Omar El Bachiri

Los hechos muchas veces son irreversibles y según se interpreten, pueden trastornarnos mentalmente o pasar desapercibidos. Por lo tanto, queda claro que es nuestra psicología la que determina su importancia. Así pues, el problema no son las cosas que nos suceden, sino, como las interpretamos y el valor emocional que les asignamos. Por eso mismo, una misma situación no nos afecta a todos por igual dado que, dependerá de nuestros valores sociales, creencias y personalidad. Por ejemplo la muerte: según cómo la interpretamos, el malestar perdurará más tiempo o menos.

Si pensamos que la persona ha pasado a mejor vida, que se ha reencarnado en alguien más, que su espíritu se ha quedado entre nosotros, o que después de la muerte no hay nada, indudablemente, no lo viviremos del mismo modo. Otro ejemplo lo vemos en la infidelidad sentimental: si somos partidarios de dar segundas oportunidades, la interpretaremos como un lapsus por parte de nuestra pareja y continuaremos con ella, sin embargo, si la interpretamos como una traición, nos hará mucho de daño, en cambio, si lo vemos como que ha dejado de amarnos, lo encontraremos normal. Por consiguiente, tanto las emociones como los sentimientos serán diferentes y como tal, también nuestro comportamiento.

Ahora – ¿cómo podemos cambiar nuestra manera de interpretar las situaciones y hacerlas menos perjudiciales o incluso, revertirlas para que sean productivas? – Pues, antes que nada tenemos que aceptarlas y después, mirar si podemos adaptarnos a ellas y para acabar, valorar de qué manera nos condicionan nuestro estilo de vida. Esta tercera es la más importante porque es la que nos permite modificar o cambiar nuestras creencias e inevitablemente, también nuestra manera de interpretar las situaciones. Las encontraremos injustas, inevitables o incluso normales dentro del contexto en cuestión. Aquí lo importante es no dejarse guiar por las emociones del momento y analizar la situación racionalmente para así, confrontarla con nuestras creencias.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor