Cohabitar para paliar la soledad

Cohabitar para paliar la soledad

Jun 20, 2024 0 Por Omar El Bachiri

La soledad no buscada es destructiva, cuando la persona quiere estar con alguien, charlar o compartir momentos importantes y no tiene con quién hacerlo, la sensación de desesperación es abismal. Conviene destacar que cuando queremos compartir nuestra alegría y nos vemos privados, es como estar en una burbuja sin mucho de oxígeno, nos acabamos asfixiando. Así pues, las horas, los días y las semanas se hacen interminables y desgraciadamente, la persona acaba deprimida porque no  tiene la opción de compartir sus pensamientos con nadie.

Ahora bien, si físicamente no está limitada, siempre puede reunirse con más gente fuera de casa, pero cuando la movilidad brilla por su ausencia, la situación es totalmente diferente, cuando tiene dolor de espalda, de rodillas, de piernas, de cadera, está en silla de ruedas o también, si tiene problemas de vista o de oído. Por desgracia, es una realidad que va en aumento entre la población jubilada y todavía más, entre la gente  viuda dado que, no cuentan con el apoyo emocional del cónyuge. Por lo tanto, una solución factible es alquilar una habitación a cambio de recibir compañía unas horas al día y paralelamente, también cuidar del hogar: encargarse de ir a comprar al supermercado, de la limpieza de la vivienda y de cocinar.

Es una opción con dos resultados positivos: una es no estar solos y la otra, es la ayuda física dado que, no todo el mundo dispone de los recursos económicos suficientes como para contratar a alguien que se encargue de ellos o los ayudes con las tareas del hogar. Estamos hablando de un ¨win-win¨, ganar-ganar, donde ambas partes salen ganadoras porque viendo como estar el mercado del alquiler, es una oportunidad para vivir dignamente, sin tener que dedicar la gran parte del sueldo a la vivienda o estar obligados a tener varios trabajos. Hay muchos jóvenes que están buscando irse de casa, independizarse y vivir fuera del control parental y también, hay bastantes estudiantes donde su principal problema es la parte económica del hospedaje.

Así pues, esta sería una buena opción porque tendrían su espacio, su propia habitación y el derecho a utilizar todos los servicios de la vivienda: cocina, luz, internet, calefacción, etc. Su única obligación seria pasar unas horas al día con el arrendatario, charlar y hacerle compañera porque limpiar, hacer la compra y cocinar, lo tendrían que hacer igualmente si vivieran con los padres, en un piso compartido o ellos solos. Del mismo modo, la persona jubilada se ahorra tener que contratar este servicio externamente y además, si también tiene la suerte de estar recibiendo alguna ayuda social, sería un complemento y estaría más horas acompañada. Podría irse a dormir tranquila, porque sabe que si sufre cualquier problema físico, su cohabitante está allá para socorrerla.

Por: Omar el Bacihiri

Psicólogo clínico y escritor