Coronavirus, la película del año
Sep 10, 2020
La vida es como una película. Tiene un principio, un recorrido y un final. Según la personalidad de cada uno, se interpretará de una forma u otra. A algunos nos gusta la ciencia ficción, a otros, el terror, el drama, la comedia. Etc. Los mismos problemas o alegrías, se interpretan de modo diferente, según las ganas de disfrutar que tengamos. No es lo mismo ver una película de terror de día que, verla de noche. Como tampoco lo es, verla a solas que, acompañado de más gente. También influye el lugar donde se proyecta. La luz, el ruido de fondo y la gente que nos acompaña. Todo este conjunto marca la diferencia. Precisamente, es lo que ha ocurrido con el covid-19. Según tu lugar de residencia y la gente que te rodea, lo sufres de una forma o de otra. Lo estás viviendo de forma aterradora, dramática, escéptica, incrédula, etc. En consecuencia, estás asustado, paralizado, intrigado o simplemente, no te afecta. Te estás riendo de la situación, porque para ti es una comedia. Te lo estás pasando en grande, viendo a la población asustada y comportándose de forma irracional. Como si fuera el fin del mundo.
Aunque parezca mentira, la forma de enfrentar esta situación dice mucho de ti. Está reflejando tu cobardía, temerosidad, escepticismo, despreocupación, histeria, melancolía, etc. La conducta no verbal dice más que 1.000 palabras. En definitiva, el coronavirus es un gran ejemplo de la teoría del caos, la cual dice que algo el aleteo de una mariposa puede terminar ocasionando un tifón en el otro lado del mundo. Acorde con ella, en China, un país que está a miles de kilómetros del nuestro, surge un virus y afecta a la economía global. No se salva ningún continente, todos los países del mundo sufren las consecuencias. Son los efectos colaterales de la globalización. Somos una unidad y por consiguiente, lo que hace uno, le afecta al otro. Misteriosamente, la mayoría de países siguen los mismos protocolos de actuación. Es como si no tuvieran autonomía propia. Como si estuvieran dirigidos por un ser o grupo superior. Sí señor, ahora empieza la película. El covid-19, la película más entretenida del siglo.
Desde que empezó su emisión, ha generado mucha expectación. El planeta se ha colapsado por completo. Todo gira en torno al virus. – ¿Es mortífero o es una farsa? – ¿Ha sido creado por el ser humano o por la naturaleza? – Si es la primera pregunta, – ¿Cuál es su objetivo? – El artículo lo centro en el género de ficción, porque tanto el de terror como el dramático lo vemos a diario, entre nuestros vecinos. En el barrio y en el trabajo. Personas que se dejan llevar por las emociones del momento y acaban adquiriendo ese modo de vida. Se mueven por el miedo. Viven atemorizadas y pensando que lo peor aún no ha llegado. ¡Se aproxima el apocalipsis!
En mi caso particular, lo veo como una gran película de ficción. Basada en la teoría de la conspiración. Esta podría venir desde varias empresas diferentes. La primera sería de la banca. – Estoy en frente del televisor, viendo un hombre gordo y con un gran puro, en la boca. Riéndose a carcajadas de la humanidad – En el año 2008, creó la crisis inmobiliaria y obligó a los gobiernos a salvar su negocio. La banca se llevó miles de millones de euros. Los gobiernos de todo el mundo entraron en recesión y para no caer en la quiebra financiera, recortaron el gasto social e incrementaron los impuestos. Con la penuria que eso conlleva para el estado del bienestar. La sociedad empobrecimos de un día pare el otro. Finalmente, 12 años más tarde, cuando la economía ya estaba bastante saneada y se avecinaba un final feliz para la película, el hombre del puro nos llega con la segunda parte.
Crea un virus y obliga otra vez a los gobiernos sentarse a negociar con él. Les ofrece dinero, a devolver con un interés muy bajo, en vez de regalárselo, igual que hicieron con él. Es como en las Vegas, la banca siempre gana. Por su parte, los gobiernos están agradecidos con él, si no fuera por su dinero tendrían un serio problema. Igualmente, durante la reunión, se acuerda una forma eficaz de reducir el gasto anual. Se pacta aniquilar a las personas jubiladas y para que no se note tanto, se infunde la creencia de que la culpa es de sus familiares. Han ido a visitarlos a las residencias y a su vez, los han contagiado del virus mortal. – ¡Por tu culpa, los demás mueren! – Luego, viendo que el presupuesto de la película se dispara, se le propone a la industria farmacéutica invertir su dinero a cambio, de un gran beneficio económico y además, ser la coprotagonista de la película, junto con los ministros de salud de cada país. Todos reciben un guión con el mismo discurso. Tranquilizar a la población afirmando que, tarde o temprano toda la población lo contraeremos pero al mismo tiempo, creando alarmismo cuando alguien se contagie.
La idea es crear confusión y así mantener al espectador atento a la pantalla. Es justo en este momento cuando aparece el superhéroe. El personaje con ganas de luchar, que nos salvará de la muerte segura. En esta película se habla en plural. Son los enfermeros, unas personas que estudian, con la intención de dedicar su conocimiento al bienestar social. Son personas que pasan desapercibidas por la calle, pero una vez se enfundan su uniforme, son un gran valor añadido a la sociedad. Le pueden salvar la vida al mismo Batman. Sin ellos, esta película se hubiera acabado al poco tiempo de empezar.
The End
Por: Omar el Bachiri
Psicólogo clínico y escritor