Los complejos te transforman
Ago 28, 2020
Los complejos psicológicos, pueden ser tanto físicos como intelectuales. Referente a estos segundos, puede que te sientas inferior a los demás, por tu poca capacidad mental, artística, conocimiento de varias lenguas extranjeras, etc. Por su parte, en los físicos, dependerá del lugar en el que centres tu atención. Puede ser en tu nariz, tus ojos, abdomen, piernas, trasero, tu pelo e incluso, en tu altura. Si es media, baja o alta. A partir de aquí, como por arte de magia, surge el rechazo a ciertos aspectos de tu cuerpo. No te agradan y en ocasiones, los odias y puedes llegar a operarte. Quieres deshacerte de ellos o modificarlos, pero sin hacer el esfuerzo, ni dedicar el tiempo necesario que ello conlleva. Quieres que se haga forma inmediata. Es una verdad que la industria del culto al cuerpo conoce sobradamente. Te venden cremas, para tapar cualquier aspecto indeseado de tu rostro, productos y aparatos de gimnasia, para bajar de peso de forma rápida y sin esfuerzo. Saben que es el factor principal. Pues el esfuerzo conduce a la disciplina. También saben que tú no quieres esforzarte, por eso te lo venden. Es bueno, rápido y eficaz.
Lamentablemente, estás definiendo tu autoconcepto en base al rechazo o burlas sufridas durante la infancia y/o adolescencia. Te has convertido en un adulto frustrado porque no has evolucionado. Te has quedado atrapado en esa época de tu vida y sigues usando las mismas herramientas para afrontar el malestar. El retraimiento social y la vergüenza. Ambas formas de actuar suelen expresar ira. Entonces, según tu jerarquía social, actuarás con soberbia o siendo sumiso. Culpas a los demás de tus complejos porque, desconoces su función. Hacer de trampolín para, sacarle provecho a la situación. Los has adquirido para superarte como persona. Son el motor que necesitas para avanzar hacia tus objetivos personales. Cuando los identificamos y razonamos sobre ellos, podemos encontrar la forma de superarlos. Igualmente, si la forma no es viable, los hemos aceptado y a partir de ese momento, dejan de ser complejos porque ya no nos afectan. Les hemos quitado el único factor que tenían para perjudicarnos. Nuestra atención. La próxima vez que alguien nos haga una crítica o burla sobre ese aspecto, no nos afectará porque para nosotros ha dejado de ser un problema. En todo caso, nos estará haciendo un cumplido.
Los complejos se superan una vez tenemos claros los objetivos que buscamos en la vida. A partir de aquí, analizar de qué forma nos están imposibilitando alcanzarlos. Con esta simple pregunta, la mayoría de veces, cambiamos el punto de enfoque. – Si mi objetivo es ser médico, camarero, contable, o repartidor de pizzas, tener el culo gordo o plano, no es un obstáculo y tampoco lo será mi altura – Ser alto o bajito, no me impide alcanzarlos – En todo caso, me podrían perjudicar, si quisiera ser modelo de ropa interior – Asimismo, son aspectos en los que nadie se fija, salvo nosotros mismos. Es un problema irreal, sólo existe en nuestra mente. Porque si no les prestamos atención, deja de afectarnos. Si fuera real, nos seguiría afectando, por mucho que lo evitáramos.
Precisamente es lo que ha hecho el adolescente, protagonista del artículo. Harto de las burlas y del acoso escolar de sus compañeros de clase, decidió actuar y cambiar la situación. Se comprometió con el cambio y se hizo responsable de las consecuencias de sus actos. Viendo que lo único que conseguía con tanto lamento era, más malestar, decidió darle la vuelta. Con esta forma de actuar eres consciente que cualquier cambio personal, requiere de un esfuerzo mínimo. No puedes tener mucha cultura si no, lees o viajas. Tampoco, hablarás varios idiomas, si no los estudias y algo que mucha gente no acaba de entender es que, para tener un cuerpo esbelto y musculado, es necesario hacer ejercicio físico de forma regular, combinado con una alimentación equilibrada. No es compatible con una vida sedentaria y, además acompañada de una mala alimentación. Pensando de forma contraria, es cuando se cae en las garras de los vende humo. La gente que te asegura obtener resultados inmediatos y sin esfuerzo. El adolescente, siendo consciente del trabajo que se le venía encima, hizo un cálculo de las horas que dedicaba al malestar y las invirtió en adquirir conocimientos. Empezó a leer, ver documentales, practicar deporte y más adelante, estudió una cerrera universitaria.
Ha entendido que tanto el esfuerzo físico, como el mental crean hábitos saludables y ayudan a mantener las nuevas rutinas adquiridas. Actualmente es un adulto sin complejos. No teme ir a bañarse a la piscina, a la playa, ir en ropa deportiva y en pantalón corto. Cabe destacar que, su hermana, viendo el resultado de afrontar las situaciones de forma responsable, decidió hacer algo parecido y actualmente, vuelve a vestir con minifaldas, vestidos cortos y no siente vergüenza cuando va en bikini por la playa. Como ves, hay gente que entiende la función de los complejos.
Por: Omar el Bachiri
Psicólogo clínico y escritor