¿Por qué comemos lo que comemos?

¿Por qué comemos lo que comemos?

Nov 11, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Antes de nada hay que diferenciar entre comer y alimentarse porque aunque parezcan sinónimos son dos conceptos diferentes puesto que el primero puede explicar el hambre emocional y el segundo el nutricional. Es un hecho científico que los alimentos influyen sobre nuestras emociones y viceversa, que las emociones influyen sobre el hambre y el tipo de alimentos que ingerimos. Por eso mismo cuando estamos alterados, ya sea por ansiedad, angustia, depresión, nerviosismo, alegría, euforia, etc. comemos alimentos diferentes y sobre todo, en su cantidad.

Le estamos cambiando la función a la alimentación y en vez de usarla para nutrirnos la estamos haciendo para solucionar alguna carencia emocional o también para ayudar en su regulación. Muchas veces es para reducir el nivel de estrés, para no estar tristes, para dormir mejor, porque estamos aburridos o todo lo contrario, porque estamos contentos o eufóricos y lo celebramos comiendo de más, omitiendo el hambre y comemos hasta tener molestias estomacales.

Algunos ejemplos son las bodas, comuniones, fiestas de navidad, aniversarios y cualquier otra reunión entre amigos y familiares. La cuestión es que la comida funciona igual que cualquier adicción, si el cerebro interpreta que es placentero y genera bienestar es que es saludable y por lo tanto, quiere más. De forma parecida actúa el hambre pero transformándonos el carácter, nos vuelve agresivos y hasta que no comemos no nos calmamos. En este momento encontrar alimentos pasa a ser nuestra prioridad pero su tipo ya dependerá de nuestras costumbres y motivos personales: “si lo hacemos basados en la dieta equilibrada, en su precio, cuidar el aspecto físico o por las consignas del médico”.

La cuestión es que nuestro organismo quiere sobrevivir y nos está avisando que no le queda energía para funcionar. Entonces, una manera de diferenciar el hambre es analizando el motivo de aparición de las emociones, si lo están haciendo por los sentimientos que estamos viviendo o por el contrario, están condicionando el surgimiento de los sentimientos como por ejemplo, el de malhumor.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor