Acoso laboral y escolar (moobing y bullying)

Acoso laboral y escolar (moobing y bullying)

Mar 4, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Aunque el objetivo es diferente, el perfil de la persona agresora es el mismo, alguien cobarde, perezoso y manipulador. En el laboral se pretende que la victima dimita de su puesto de trabajo o que no sea tan productiva. Cuando es por parte del superior, se debe a la rivalidad, miedo a perder su cargo y cuando es por parte de los compañeros es por envidia, los dos están haciendo un uso instrumental de la conducta. Por el contrario, en el escolar se quiere maltratar al estudiante, se busca su anulación como ser humano, en este segundo caso se está haciendo un uso funcional de la conducta. La parte agresora está frustrada y escoge alguien inferior físicamente a ella para desahogarse, como he escrito más arriba, es cobarde.

La diferencia entre los dos modos de actuar es el resultado final, el instrumental es una herramienta para conseguir el objetivo y los trastornos mentales provocados son daños colaterales, en cambio, el funcional, es usar su función como tal, asediar para provocar lesiones físicas o mentales. Es una conducta voluntaria y dirigida expresamente para aniquilar. Entendido esto, – ¿Cómo podemos enfrentarnos a los acosadores? – Pues  tiene que asertivamente, es la única manera de hacerlo sin sufrir consecuencias legales, tanto en el trabajo, como en la escuela.

No olvidemos que el acosador es manipulador y esto significa que tiene influencias en la dirección, sino, no actuaria de esta manera, es demasiado perezoso y cobarde. No tenemos más remedio que interactuar verbalmente y se hace a base de preguntas y afirmaciones: – ¿Qué buscas con este comportamiento? – ¿Tienes algo en contra mío? – ¿Te debo dinero o algo? – Son preguntas descolorantes pero sus respuestas siempre serán negativas aunque percibirá que no nos dejamos avasallar. Luego, como afirmaciones son frases contundentes, ¡Si no cambias la forma de hablarme o tratarme, voy a informar a la dirección, a la policía o cualquier organismo de poder! No son amenazas, es determinación, ¡hablamos con contundencia!

Esto es así porque son conductas subjetivas y consecuentemente, difíciles de demostrar. Ahora, la situación cambia radicalmente cuando hay agresión física, aquí hay que ir a la policía a poner una denuncia, es una conducta objetiva y deja marcas físicas como pruebas del delito. Hay que denunciar porque si no se hace, es imposible pararlo, una vez se ha traspasado la barrera física significa que mentalmente nos han desestabilizado y desgraciadamente, este estado emocional es un precipitante del abuso de los medicamentos psicotrópicos y otras drogas, como el tabaco, el alcohol y las ilegales. Cualquier sustancia tranquilizadora es apta para apaciguar la ansiedad sufrida durante ese estado y en ocasiones se vuelve crónico, la víctima está destrozada mentalmente, no encuentra salida a la situación y en ciertas ocasiones puede llegar a cometer alguna locura.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor