Trastornos de la vista que distorsionan la realidad

Trastornos de la vista que distorsionan la realidad

Feb 28, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Uno muy interesante es la dismegalopsia, se trata de una distorsión visual que consiste en percibir los objetos en un tamaño diferente al real. Cuando la visión implica la reducción de la imagen se denomina micropsia y cuando se ve ampliada, se denomina macropsia. Su origen es muy variado, puede surgir por intoxicación de sustancias alucinógenas o alcohólicas, como también lo puede ocasionar un estado mental alterado, el estrés y la ansiedad entre otros. Aunque el más común es por un problema retinal y si la persona no es consciente del mismo, puede interpretar las imágenes percibidas desde un punto de vista muy diferente al del resto de la sociedad. Igualmente, las creencias de cada uno son un factor muy condicionante en la percepción de los objetos

Si alguien cree en los duendes o en los gigantes, interpretará que los ve e interactúa con ellos, no está ni mintiendo, ni delirando, simplemente está explicando su realidad tal cual la percibe. Es por este mismo motivo que en psicología, antes de empezar una terapia que implique alucinaciones se empieza descartando cualquier daño neurológico o del sistema nervioso.

Entonces, cuando un niño nos diga que ve seres minúsculos merodeando por su habitación, sería una buena idea pedir hora al oculista para descartar cualquier daño físico. Paralelamente, también está la dismorfia, la percepción deformada de los objetos. La persona puede tener en frente un árbol y percibir la forma de un animal, o también algo muy típico de los complejos físicos, donde la persona ve deformado su cuerpo y deja de comer o abusa del deporte para reencontrar una figura más normal, dando como resultado esta pregunta:  – ¿Qué es un aspecto físico normal? –

Aun así, las partes del cuerpo que más se ven alteradas son las extremidades, manos, pies y nariz y que curiosamente, son las más retocadas en los quirófanos. Con esta ultima frase quiero hacer énfasis en preguntarnos si vemos realmente lo que hay o aquello que deseamos ver. Es decir, según nuestras creencias, frente a un reflejo solar o una imagen borrosa, unos verán una simple sombra y otros verán un fantasma, la virgen María, Jesu Cristo, algún ser querido fallecido, etc. De ahí la importancia de ser un poco escéptico y no creer todo lo que se ve y se oye, más vale perder algo de tiempo en preguntarnos si realmente ha sucedido o estamos cansados, aturdidos o despistados.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor