¡Ayer he muerto!

¡Ayer he muerto!

May 22, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Estoy de pie junto a mi cama viéndome a mí mismo estirado en ella y rodeado de médicos, les oigo hablar entre ellos y uno está certificando mi muerte. Es bastante extraño porque siempre había oído que una vez muerto me reencontraría con mis seres queridos y aquí no hay ninguno de ellos. Tampoco siento la paz tan comentada aunque es cierto que ya no me duelen las articulaciones pero es lógico, mi sistema nervioso central se ha quedado en el cuerpo. Entonces, es de sentido común no tener ninguna emoción ni sensación física desagradable pero de igual modo, tampoco volveré a tener positivas y aquí es donde me doy cuenta de mi estado.

Estoy muerto y por lo tanto ya no me queda tiempo para disfrutar de la vida: de la comida, beber, viajar, bailar, cantar, trabajar, conversar con los amigos, etc. Ayer mismo estaba vivo y ahora formo parte de la estadística de las defunciones anuales del país. En dos días estaré enterrado y pasado unos cuántos más ya no seré tema de conversación social, la gente volverá a su rutina diaria y en el trabajo encontrarán a alguien que me substituya. Es un estado de confusión total porque estar muerto no es ni un placer, ni una alegría, es un estado de apatía completo dado que no tengo la capacidad de percibir y todavía menos, de moverme.

Por eso mismo si volviera a vivir no desaprovecharía ni un minuto, no me preocuparía por las cosas que no me aportan emociones placenteras, ni perjudican a mi bienestar y todavía menos, haría míos los problemas de los demás, discusiones y opiniones que no van conmigo. Es curioso cómo he discutido con mi pareja por problemas de mi familia y amigos, situaciones que no me aportaban nada y aun así, me implicaba en ellas como si me fuera la vida. No tenía en cuenta que ya es bastante ambigua como para enredarla todavía más y añadirle dolores de cabeza innecesarios.

Si fuera ahora, en vez de quejarme tanto por las carencias me centraría más en la abundancia y sería más agradecido con mi ambiente social. Estoy hablando de la adaptación, de aceptar las estaciones anuales y del clima que las acompaña, la lluvia, la nieve, el viento, el frío y el sol. La cuestión es verlo de manera práctica y es qué teniendo el material y el transporte necesario no hay ningún impedimento para disfrutar de los cambios climáticos. La vida es muy corta y además, la podemos perder en cualquier momento, con lo cual, es mejor crear momentos de alegría.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor