Sensaciones y percepciones

Sensaciones y percepciones

Jun 3, 2023 0 Por Omar El Bachiri

La percepción es la base de las emociones dado que es la causa de su emisión, según las sensaciones percibidas emitirá unas u otras. Por eso mismo, sin lugar a dudas la conducta no verbal (miradas y gestos) no miente, el cuerpo no puede evitar la invasión emocional, con lo cual, si somos capaces de interpretarla nadie podrá mentirnos jamás. Por lo tanto, tenemos una sensación visual, táctil, auditiva, olfativa o gustativa y la información captada se va al cerebro para ser descrita y gracias a la percepción que tenemos de ella genera una emoción. Es decir, la percepción es el conjunto de imágenes y sonidos que tenemos grabados en nuestro cerebro.

Un conjunto adquirido por la experiencia previa y esto explica por qué no todos lo compartimos ya que nos afecta de modo diferente a cada uno. Las creencias, hábitos y costumbres tienen mucho que decir al respeto, igual que los miedos y las alegrías, todos condicionan por completo la interpretación de los hechos: hay gente que afirma haber visto el diablo o Jesucristo en persona o incluso, a Elvis Presley después muerto. Entendido esto se puede inferir que es la fuente principal de los errores de interpretación de la información y una prueba clara la encontramos cuando estamos cansados: percibimos imágenes o sonidos que no hay o que no son lo que parecen, como por ejemplo si hacemos un examen escrito después de 24 horas sin dormir, seguramente interpretaremos mal las preguntas.

Pasaremos por alto algún de signo puntuación o cuando estemos escribiendo nos dejaremos letras por el camino. Resumiendo el artículo, cuando el cerebro recibe la información enviada por los sentidos busca dentro de su disco duro la respuesta más adecuada para el momento, si es una sensación de miedo o de alegría emitirá una emoción diferente, adaptada a su realidad. Imaginemos que un niño oye constantemente en su ámbito social hablar de manera despectiva sobre las personas diferentes a ellos, ya sea por el color de piel, lugar de origen, altura, aspecto corporal, nivel académico, estatus social, etc. Este niño en cuanto vea alguien con alguna de estas características inconscientemente lo juzgará según sus creencias.

Ahora, imaginemos que sea a la inversa, que oiga que las diferencias culturales y físicas no tienen nada que ver con la personalidad de cada uno y que la diversidad cultural es un factor de crecimiento social. El niño percibirá a la gente diferente a él como sujetos interesantes y querrá interactuar con ellos y por lo tanto, emitirá emociones totalmente distintas, serán más de acercamiento que de alejamiento.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor