Creencias y conductas (disonancia cognitiva)

Entre las creencias y las conductas realizadas en ocasiones surge un sentimiento desagradable denominado disonancia cognitiva, es un conflicto entre los pensamientos y los hechos realizados. Es cuando nuestra conducta choca contra nuestros valores o ideas, somos conscientes que la conducta realizada nos perjudica pero, aun así la realizamos y para no sentirnos culpables buscamos excusas para justificarla, nos autoengañamos. Buscamos refutar la información contraria a la nuestra.

Dicho de otra manera, la explicación dada no es convincente, las excusas encontradas no apoyan la decisión tomada y aún así nos aferramos a ellas para justificarla. Algunos ejemplos son fumar, embriagarse, saltarse la dieta o también a la hora de comprar cualquier producto. En este último caso se traduce en el remordimiento, sabemos que no lo teníamos que haber comprado pero la excitación del momento nos ha empujado a hacerlo y entonces buscamos excusas para justificarlas.

Por ejemplo, podemos decir: – “  Realmente me hacía falta cambiar el fondo de armario – Nunca me compro nada – Igualmente no he gastado mucho dinero, etc” – . En lo referente al tabaco, Quién no ha oído decir a los fumadores? “de algo tenemos que morir” – y por la dieta, ¿Quién no ha oído decir  también?“ un día es un día”

Otra situación donde es bastante frecuente es en el momento de mentir, si el beneficio no es mucho, aparece la culpabilidad, sin embargo, cuando el beneficio se ve incrementado, no surge en ningún momento y la explicación está en la conciencia. En el hecho de ser consecuente con los hechos, si nos aportan algún beneficio no hay remordimiento posible. Sabemos que hemos actuado con decisión y estamos orgullosos de la decisión tomada.

Igualmente, la mejor forma de pensar para no sufrir disonancia cognitiva es aceptando las situaciones tal cual se presentan y de esta manera las podremos afrontar mejor, no siempre tienen que ser como quisiéramos.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor