Disfrutar más de la vida y lamentarse menos

Disfrutar más de la vida y lamentarse menos

Ene 21, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Nadie conoce el motivo de nuestra existencia, por lo tanto, mientras lo encontramos disfrutemos del momento. Bailemos, cantemos, compartamos alegrías, etc., tenemos la capacidad de condicionar los sentimientos porque aunque las emociones son inevitables, los sentimientos pueden ser manipulados a nuestro favor. Es más, para que se entienda mejor esto último lo explicaré con el ejemplo de las artes marciales: si alguien intenta golpearnos, instintivamente cerramos los ojos o nos quedamos paralizados y si podemos anticiparlo, huimos del lugar. Sin embargo, el practicante de artes marciales esquiva el golpe y simultáneamente lanza otro y si lo puede anticipar, lejos de huir, se enfrenta al agresor.

De tanto practicar ha modificado el instinto de autoprotección y lo ha condicionado a defenderse a través de la lucha. Pues con los sentimientos sucede exactamente igual, no tenemos que dramatizar las situaciones dado que la gran mayoría de veces no son para tanto, solo que nuestra mente las magnifica. Se podrían definir más bien como situaciones o momentos incómodos pero que con un cambio de perspectiva anulamos la aparición del sentimiento negativo o por lo menos, lo suavizamos. Ahora, tampoco es cuestión de volvernos fríos como el hielo, se trata más bien de valorar emocionalmente las situaciones en su justa medida y de esta manera expresar las emociones más adaptativas y esto se consigue analizando el objetivo principal de la situación.

Si vemos que no ha sufrido grandes cambios, las emociones que expresaremos no tienen que ser catastrofistas, en todo caso serán desagradables pero no podemos permitir que nos anulen la alegría y la ilusión que teníamos en un primer momento. Estoy hablando de la capacitad de adaptación y esta es más elevada si tenemos una actitud optimista dado que sus dos valores principales son la proactividad y la resiliencia. Siendo proactivos, decidimos en todo momento la intensidad de las emociones y sobre todo, cuáles proyectamos y siendo resilientes, nos adaptamos más rápido a ellas.

Es más, dado que siendo proactivos podemos decidir qué estado ánimo expresar, intentaremos buscar siempre la parte positiva de las situaciones, sin obviar la realidad. Nos imaginaremos el peor escenario posible y viendo que la realidad no es tan grave, nos lo tomaremos con más calma. Cómo dice el título, se trata de disfrutar más y sufrir menos, aun viviendo la misma realidad porque la cuestión no es lo que nos sucede, si no, cómo lo interpretamos porque según el significado que le demos, así nos perjudicará emocionalmente. Se podría decir que objetivamente quizás no produzca cambios pero subjetivamente, a nivel mental será un desastre ya que puede inducir a la aparición de la ansiedad, la angustia, el estrés o la depresión.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor