Drogas legales, del placer a las pesadillas

Drogas legales, del placer a las pesadillas

Nov 25, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Primeramente, definiré la palabra droga: sustancia que una vez entra en nuestro organismo crea, altera o modifica una conducta. Después, las más típicas son el tabaco, el alcohol, los medicamentos psicotrópicos, el azúcar y el café. Ahora, esta última no es tan preocupante porque no hay un solo caso clínico donde alguien haya tenido que acudir a un centro para desintoxicarse. Por otro lado, tampoco se puede endiablar las otras sustancias porque el problema no es su consumo, sino más bien, su abuso y adicción. Es decir, convertir el placer obtenido en un principio en una pesadilla, a depender de ellas para funcionar como por ejemplo: dormir, estar activos, superar la tristeza, la angustia, la ansiedad, olvidar los problemas, etc.

Dicho de otro modo, el error está en cambiarle la función a la sustancia y sobre todo, en usarla como herramienta para gestionar las emociones y los sentimientos. Entonces, para no cruzar la línea entre el uso y el abuso tenemos que cuestionarnos el motivo de su consumo, ¿Qué estamos buscando y si no hay otra forma de conseguir el mismo resultado? Porque tomar somníferos de manera puntual no es ningún problema, como tampoco lo es beber alcohol de vez en cuando o fumar en las ocasiones especiales como una boda, un bautizo, una comunión, etc. De igual forma sucede con el azúcar, tampoco es perjudicial tomar un poco a diario, ya sea para endulzar el café, el té o comer repostería. Se trata de ser hacer un uso moderado y adjuntarlo con una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.

Si no, el resultado será un estilo de vida centrado en el abuso de sustancias placenteras pero desgraciadamente, también nocivas para nuestro organismo y el resultado seguramente será la diabetes, el sobrepeso, el colesterol elevado, el alcoholismo, el tabaquismo, etc. Igualmente, una manera de prevenir su mal uso es haciendo charlas en los colegios explicando qué son y para qué sirven porque seguramente la mayoría de los alumnos las tienen presentes en su casa y pueden acceder a ellas sin la menor dificultad. La cuestión es que los jóvenes entiendan su funcionalidad y los riesgos que corren con su mal uso.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor