¿Educación, prepotencia o machismo?

¿Educación, prepotencia o machismo?

Ene 26, 2024 0 Por Omar El Bachiri

La sociedad está cambiando más rápidamente que la cultura y como tal, sus hábitos y costumbres se malinterpretan. Igualmente, también hay una pequeña parte de la sociedad con la piel demasiada fina y saca de contexto cualquier palabra o gesto. Se ofende por cualquier cosa que no esté en su misma línea y por lo tanto, según lo que digamos o hagamo podemos ser vistos como alguien educado, prepotente o incluso machista. Es una confusión comportamental y lamentablemente, en muchas ocasiones se convierte en una fuente de conflictos. Paralelamente, también está la igualdad entre sexos y que gracias a la voluntad política se está consiguiendo y cada vez hay menos diferencias sociales entre hombres y mujeres.

Pero todo y la búsqueda de la igualdad, si un hombre cede el paso a una mujer en el ascensor, le abre la puerta de la oficina, del coche, la ayuda a cargar cualquier objeto pesado, etc. – Qué concepto se utilizará para definir sus acciones: ¿educado, prepotente o machista? – Del mismo modo, ¿como se interpretará si le quiere invitar a beber o comer algo? – ¿Se considerará prepotencia, educación, galantería o machismo? – ¿Se puede interpretar qué está presumiendo de ganar más dinero qué ella y lo quiere demostrar pagando la factura¿ – ¿o se interpretará como un gesto galante y si vuelven a quedar en otra ocasión, pagará ella la factura? – Son preguntas que quedan en el aire y dependiendo del contexto y lugar, se entonarán de un modo u otro.

Todo dependerá de la educación recibida, de las creencias adquiridas y sobre todo, del ambiente social en el cual se interactúa. No es igual abrir la puerta a un conocido que a un desconocido, como tampoco es igual hablar de dinero con los amigos que hacerlo con los compañeros de trabajo, a pesar de que el comportamiento es el mismo. Intentar ser educados y tener una conversación agradable dialogando sobre la cantidad de dinero ganado el último año o de la compra de nuestro nuevo vehículo, sin importarnos si lo estamos haciendo ante hombres o mujeres. Entendemos que todos somos iguales y por lo tanto, no hay discriminación salarial por el mismo trabajo hecho.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor