Los hijos boomerang

Los hijos boomerang

Ene 25, 2024 0 Por Omar El Bachiri

Esta terminología hace referencia a cuando por circunstancias de la vida los hijos tienen que volver en casa de los padres. Hijos que han conseguido la tan deseada independencia pero que a causa de un divorcio, la inflación económica, el aumento del euribor, del alquiler del piso, de la comida, etc. hace que no puedan salir adelante por sí solos. Igual que en un principio puede parecer divertido volver a convivir todos bajo el mismo techo, transcurrido menos de tres meses empiezan a salir los reproches, a no ser claro, que los hijos colaboren tanto en las tareas del hogar como en la parte económica. Hay que entender que en muchas ocasiones los padres ya están jubilados y la pensión que reciben del estado no es tan grande como para mantener a toda la familia.

Esto, por un lado, y por el otro, está cuando los hijos vuelven con bagaje extra, con sus propios hijos. Aquí ya es otra problemática porque además de incrementarse los gastos económicos básicos: comida, calefacción, luz y agua, también se añade tener que hacer de canguros. Es decir, unos padres que estaban disfrutando de su jubilación y ahora, de repente, se encuentran enredados en una situación nada agradable, con dificultades económicas y sin privacidad personal. Ciertamente, los hijos tampoco están disfrutando porque también añoran su libertad de movimiento, ir vestidos como lo desean por la casa, de cocinar y comer todo aquello que les apetece y si tienen sus propios hijos, muchas veces los abuelos quieren imponer su manera de educar, provocando así un conflicto entre ellos.

Es decir, en ciertas ocasiones, los abuelos toman el rol de padres porque ven que sus hijos no disponen de tiempo suficiente para educar a los nietos, porque están trabajando de lo lindo para ahorrar y así recuperar pronto su independencia. Para ilustrar la situación: imaginemos los abuelos viviendo en piso de 50 m², de dos habitaciones, con una pensión de 1.400 € entre los dos y pagando un alquiler de 500 €. Indudablemente, sería un dolor de cabeza tener que mantener también sus hijos y los nietos.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor