Ejercicio físico y salud mental son un binomio

Abr 14, 2024 0 Por Omar El Bachiri

La ciencia lo ha demostrado muchas veces, que practicar ejercicio físico de manera moderada y regular nos mejora sustancialmente la salud mental. Ejercitarse una hora diaria, tres o cuatro veces por semana nos mantiene alejados de los trastornos y también, regula de manera positiva el estado anímico de las personas que tienen alguno. En parte, es uno de los motivos por lo que es una asignatura obligatoria en las escuelas ya desde bien pequeños y muchas veces, los gobiernos también subvencionan esta práctica a los menores de edad y a los jubilados. Saben que el bienestar social pasa en gran parte para estar bien mentalmente y practicar ejercicio físico quizás no será determinante, pero, sí que es una variable condicionante.

A los jóvenes, los mantiene alejados de las drogas y de las malas compañías y paralelamente, les refuerza la autoestima dado qué, esta actividad provoca la segregación por parte del organismo de unas sustancias químicas que regulan el estado anímico y entre ellas están las endorfinas, la dopamina y la serotonina. Unos químicos que los médicos recetan mucho a sus pacientes para animarlos y salir del malestar psicológico. Después, por el lado de los jubilados, les retrasa la pérdida de memoria y además, como los mantiene en forma físicamente, evita que pierdan su dependencia personal, que tengan que estar supervisados por terceros.

Por lo tanto, hacer ejercicio físico es fantástico porque aparte de reforzar la musculatura y los tendones del organismo, también refuerza la parte mental, con lo cual, siendo deportistas sólo nos espera el bienestar. Pero lamentablemente, una gran parte de la sociedad deja de hacer ejercicio físico cuando acaba la escolaridad obligatoria y se va a la universidad o a trabajar. No ha disfrutado de él y lo ve más como una obligación, que como un placer y, por ende, no es consciente de sus beneficios. Son personas que sólo hacen ejercicio físico cuando el médico se lo recomienda porque tienen sobrepeso, diabetes, tensión arterial elevada, depresión, ansiedad, etc. Es decir, se ejercitan para recuperar la salud física o mental y no por placer.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor