El gimnasio es como un hospital

El gimnasio es como un hospital

Mar 14, 2024 0 Por Omar El Bachiri

Todos somos conscientes de los beneficios de hacer deporte y comer saludablemente, solo que no todo el mundo tiene la voluntad y determinación de hacerlo. Cierto que no es fácil hacer deporte después de la jornada laboral, así como tampoco es tan evidente alimentarse equilibradamente, teniendo en cuenta el bombardeo constante de comida basura o muy azucarada que sufrimos por parte de los medios de comunicación. Así pues, la gente que se cuida físicamente o mentalmente es un valor añadido a la sociedad porque, se preocupa por su bienestar, «mens sana in corpore sano».

De ahí la similitud entre el gimnasio y el hospital porque en ambos vemos gente dentro, pero desconocemos sus razones para estar allí: ¿será para mejorar su salud física o mental, adelgazar, ganar peso, mantenerse en forma, etc.? Hay quien hace ejercicio para superar un duelo (la muerte de un ser querido o una separación sentimental), también hay que entrena para afrontar la soledad, para rebajar el nivel de estrés, ansiedad, tristeza, melancolía, etc. La cuestión es que todos vamos por un motivo o por otro y esto explica por qué entrenamos diferentemente, aunque tengamos las mismas rutinas. Cada uno, las adapta a su condición física o mental, igual que la dieta: hay quién comerá más carbohidratos, proteínas o grasas, dependiendo del objetivo final que esté buscando. Aunque igualmente, en ambos lugares vemos gente obsesionada con su aspecto físico o mental, en el hospital encontramos los que tienen hipocondría y en el gimnasio, los que tienen vigorexia.

Los dos son trastornos de la salud, el primero es cuando la persona está convencida de estar enferma, aunque los médicos le aseguren mil veces que no lo está y el segundo, es cuando la persona se ve más delgada de cómo lo está realmente, aunque el reflejo del espejo diga todo lo contrario. Por lo tanto, nunca está conforme con su cuerpo y se obsesiona tanto con la alimentación, como con el entrenamiento. Dicho brevemente, ambas personas viven bajo la insatisfacción personal contínua, nunca están a gusto consigo mismas y lamentablemente, acaban perdiendo la salud mental. El miedo a enfermar y la frustración de no conseguir el cuerpo deseado las imposibilita descansar y finalmente, las dos acaban coincidiendo en la consulta psicológica para tratar sus problemas mentales.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor