El pensamiento mágico

El pensamiento mágico

Jul 3, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Es una forma de sacar conclusiones de la nada, se hacen asociaciones por doquier. Algunos ejemplos serían las supersticiones, los amuletos de la suerte, la religión, la videncia, la astrología, la numerología, los bloqueos energéticos, etc. Es un pensamiento infantil pero utilizado por los adultos, se basa en simplificar las asociaciones entre los hechos y para ello recurre a la sugestión y además, prima la creencia de que querer es poder, que si deseamos algo con muchas ganas, lo obtendremos porque el universo o algún ser superior nos lo concederá.

Centra el ser humano en el universo y entiende que todo gira alrededor nuestro. Lamentablemente, infantiliza la sociedad, igual que un niño cree en el papa Noel, los reyes magos, el ratoncito Pérez, el monstruo de debajo de la cama, los  adultos por su parte, creen en seres superiores, la reencarnación o incluso que la muerte no existe. Es la necesidad de encontrar un sentido a la vida y todavía más increíble, es creer que tenemos una misión especial para cumplir, que tenemos que realizar algo grande en nuestra vida. Es decir, potencia tanto el sentimiento de culpa como el de fracaso, dando lugar a la frustración por no conseguirlo.

Así mismo, también se usa para explicar la creación del universo, del planeta y del ser humano. La persona que se aferra a este pensamiento delega su destino en la suerte y desgraciadamente, cuando la cosa no sale como quiere culpa a la sociedad de su fracaso. Interpreta como injusto no conseguir sus objetivos personales, a pesar de ser buena persona. Su pensamiento es lineal, da por hecho que si hace esto, sucede aquello, no tiene en cuenta más variables, como por ejemplo que hay más gente luchando por los mismos deseos. Entonces, no es suficiente con sólo desear las cosas, también hay que luchar por ellas, prepararse intelectualmente.

Pero claro, en este pensamiento no hay espacio para el esfuerzo ya qué está basado en las fantasías pero es que es su objetivo real, suavizar la realidad cuando esta es demasiado dolorosa. Cuando no la soportamos y quedamos desamparados, como por ejemplo, frente a la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, suspender un examen de importancia vital, etc. Con esto quiero decir que está muy bien recurrir a él para superar un mal momento pero sin embargo, es contraproducente hacerlo de forma sistemática porque se está abriendo una puerta enorme a la frustración, al rencor y al odio.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor