Filofobia (miedo a enamorarse)
Mar 18, 2021Estar enamorado es un estado mental fantástico, nos sentimos bien, alegres y motivados para hacer cualquier cosa, es una fuente de energía y bienestar. Viendo esta definición tan optimista, uno puede preguntarse cómo es que hay gente que teme al amor, parece ridículo pero en ocasiones, la persona enamorada no es correspondida por la otra parte y cree erróneamente que es culpa suya, que no tiene nada que aportarle. Igualmente, también puede ser por haber tenido una mala experiencia anterior y decide no enamorarse más. En parte, este rechazo viene por no saber aprovechar los momentos, mientras estamos en la relación sentimental hay que aprovecharla al máximo, pues no sabemos cuando se va a terminar, la otra persona, el destino o nosotros mismos le podemos poner punto y final en cualquier momento. Puede surgir cualquier circunstancia imprevista que haga cambiar el rumbo de la relación y modifique los sentimientos hacia la persona amada.
Te estoy hablando del mindfulness (saborear el presente y lo que estamos haciendo en cada momento). Sólo actuando de esta forma serás capaz de afrontar una ruptura sin traumatizarte, serás consciente de que ha llegado a su fin y has sido feliz durante su proceso. Pensando de esta forma no dejas espacio a los reproches ni al arrepentimiento. Igualmente, es de vital importancia entender que todo principio tiene un fin y es en el transcurso de la relación cuando hay que saborear cada momento invertido en ella, la persona en concreto te aporta bienestar y te gusta compartir tu tiempo con ella. Con esto quiero decir que el amor es algo positivo, es la manera de interpretar los hechos lo que distorsiona el sentimiento y es exactamente lo que sucede con la filofobia (el miedo a enamorarse).
Es un miedo irracional pues carece de fundamentos, no hay ningún peligro real, solo está la percepción del sufrimiento. Una percepción condicionada por alguna experiencia traumática y en consecuencia se generalizan las situaciones y a las personas. No todos somos iguales, entonces cada relación de pareja es diferente, frente a las mismas situaciones nos comportamos de manera diferente. No es igual una persona celosa, frustrada, amargada, con baja autoestima que una persona optimista, alegre y con de ganas de disfrutar de cualquier momento. No es lo mismo una persona que se pasa el día sentada en el sofá viendo la televisión, que otra que aprovecha cualquier momento para hacer algo productivo.
Sin embargo, si tú eres la persona que sufre esta fobia, ten en cuenta que el tiempo que estás viva es limitado y puedes invertirlo en buscar excusas para no disfrutar o motivos para hacer justo lo contrario. El hecho de enamorarse y empezar una vida en pareja, no significa dejar de lado la tuya propia, sería un grave error hacerlo. Estar en pareja es solapar ambas vidas, no dejar la tuya de lado, ni vivir según las emociones de tu pareja. Con esto quiero decir, que si ella no aprecia los buenos momentos, tú no tienes que dejar influenciarte por su conducta, tienes que actuar según tus emociones y tus ganas de disfrutar. Si tienes un buen día y tu pareja no lo tiene, no dejes de disfrutar el tuyo, sólo para compadecerte del suyo. ¡No eres su mini-yo!
Dicho esto, empezar una nueva relación sentimental es marcar nuevas reglas del juego, ya sabes qué buscas y eres consciente de lo que ofreces. Es decir, si eres una persona conflictiva buscarás parejas conflictivas, si eres pacífica, harás igual, buscarás alguien pacífico y a partir de aquí simplemente es dejar fluir las emociones y disfrutar de los sentimientos. Cada persona tiene unos motivos diferentes para emparejarse, pueden ser económicos, dependencia emocional, miedo a la soledad, querer compartir momentos agradables, estar enamorado, etc. Todos estos motivos condicionan la manera de amar y si no son compartidos por los dos miembros de la pareja, es cuando aparecen los conflictos de interés. Cada uno busca algo diferente y en consecuencia no pueden estar juntos.
Por: Omar el Bachiri
Psicólogo clínico y escritor
Espectacular. Un punto de vista qué da que pensar
Muchas gracias, celebro que te haya gustado…