La hipoteca y la pareja sentimental

La hipoteca y la pareja sentimental

Dic 30, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Siempre se ha dicho que la cantidad de dinero destinado a la hipoteca no puede superar el 30% de nuestro ingreso económico, pero hay quién interpreta este ingreso como grupal. Es decir, no lo hace de manera individual y por ende, cuando está en pareja lo hace sumando los dos ingresos. Pero, entonces, ya no es el 30%, sino, el 60%, no entiende que si no ganamos suficiente para hacerle frente nosotros solos, es que ganamos poco y/o que el precio es excesivo y por lo tanto, sólo hay dos opciones: aumentar el ingreso económico o buscar un piso más asequible. A modo de ejemplo para que se entienda mejor: si una persona gana 1.500€ mensuales no puede destinar más de 500€ a la hipoteca. Pero si la pareja gana 1.500€ cada uno, interpretan que con 3.000€ pueden hacer frente a una cuota de 1.000€ y aquí es donde radica el error porque si llegan separarse, ninguno de los dos podrá pagar la hipoteca.

Así pues, las matemáticas no engañan pero, en vez de basarse en ellas, lo hacen en las emociones y las ganas de ser propietarios que sumados dan como resultado la impaciencia. Esta nubla la vista y como tal, la pareja se deja llevar por las emociones y estas solamente entienden de supervivencia inmediata. Tenemos un problema en frente y el cerebro buscando la supervivencia nos prepara fisiológicamente con las sensaciones, sentimientos y emociones adecuadas para poder actuar rápidamente y así, recuperar la tranquilidad. Es decir, nos movemos por instinto dejando de lado completamente la parte racional que en este caso, sería la cantidad de dinero a devolver.

Resumiendo, cuando alguien decide hipotecar su futuro con el banco lo tiene que hacer con calma, sin prisa y esto conlleva buscar y negociar el precio del piso, tenemos que ser pacientes porque será un gasto mensual muy importante. Tenemos que tener en cuenta la coyuntura económica del momento porque los precios no son estáticos y por lo tanto, hoy el metro cuadrado puede estar a 3.000€ y de aquí un mes bajar a 2.000€. Entonces, el mismo piso puede costar 150.000€ ahora que 100.000€ poco tiempo después.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor