La separación amorosa

La separación amorosa

Jul 20, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Es un hecho que cuando la persona que amamos nos abandona experimentamos una sensación dolorosa, es una situación difícil de gestionar emocionalmente porque nuestro mundo se hunde. Desaparece nuestra rutina, llevándose con ella las costumbres y los hábitos adquiridos durante la relación, dejando un gran vacío emocional. Es como si de repente el día tuviera más horas de las habituales y por ende, no sabemos qué hacer con ellas, estamos desorientados, no sabemos hacia donde ir. Con lo cual, la cuestión es identificar el motivo de la ruptura y gracias a él nos daremos cuenta de que ha sido la mejor cosa que nos haya podido suceder porque la relación ya no era satisfactoria para la otra persona y por lo tanto, no podía ofrecernos su mejor versión.

Así pues, si somos capaces de ampliar la mirada más allá de nuestro nido amoroso veremos que tenemos por delante un mundo enorme, lleno de lugares y cosas para disfrutar. Que si nos centramos en la parte subjetiva podremos sacarle mucho rendimiento a la situación dado que podemos viajar, hacer deporte, leer, ver televisión, pasear, dormir, comer, etc. es decir, hacer cualquier actividad que nos aporte bienestar emocional. La cuestión es entender que el amor es fantástico pero siempre y cuando sea recíproco, por lo tanto, cuando no es así, es otro sentimiento que está presente (dependencia emocional o económica, miedo, soledad, etc.).

Con esto quiero decir que si no tenemos ningún sentimiento de carencia hacia la otra parte, solo nos espera el bienestar, es como si reviviéramos. Somos libres para escoger el estilo de vida deseado, no tenemos que dar explicaciones a nadie, lo hacemos y punto. Es la aventura de estar solteros y consecuentemente, podemos dedicar todo el tiempo del mundo a mejorar o aprender nuevas virtudes, para así disfrutar todavía más de nuestro estado civil. Igualmente, como estaremos haciendo las actividades que nos aportan bienestar nuestra mente dejará de centrarse en el malestar y si por casualidad volvemos a enamorarnos, no nos importará compartir nuestro tiempo porque lo estamos disfrutando y tenemos muy claro que es prioritario. Entendemos que para dar primero hay que tener y eso implica darse prioridad, es decir, primero va nuestro bienestar y luego el de los demás.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor