Las fiestas de navidad y el endeudamiento personal

Hay gente que a día de hoy todavía está pagando los regalos de navidad del año pasado e incluso, hay quién está pagando los del 2021. Es decir, todavía están emocionados por los regalos que compraron en su día, tienen la suerte de poder alargar la alegría en el tiempo. Seguramente, cada principio de mes cuando la entidad prestamista los cobra la mensualidad están eufóricos porque  recuerdan del momento de la compra. Es una suerte poder disfrutar de esta manera porque paralelamente, hay una parte de la sociedad que no nos gusta endeudarnos innecesariamente y si lo hacemos, es en la inversión. En productos que no pierden su valor económico una vez comprados, pueden pasar muchos meses o años que si los volvemos a vender podremos hacerlo por el mismo precio o incluso, por uno superior.

Pero en lo referente a la locura del endeudamiento innecesario, una vez acabadas las fiestas navideñas, la gran mayoría de regalos recibidos quedan guardados en cajones, esparcidos por la casa o en el trastero. Por lo tanto, antes de comprarlos sería interesante razonar sobre el uso que hará la persona con el objeto regalado porque si es un niño o adolescente dejará de utilizarlo en poco más de 30 días dado que, sabe que recibirá más durante todo el año. Por lo tanto, la motivación y la capacidad de disfrutar es reducen e incluso, pueden llegar a desparecer por completo porque cuando sabemos que la fuente económica es inagotable, dejamos de valorarla, la descuidamos.

Perdemos el sentido del esfuerzo y con él, la capacidad de disfrutar de los pequeños momentos y objetos sin demasiado valor económico porque hemos asociado la cantidad de dinero con la calidad. Es decir, se regalan cosas caras pensando que la otra parte las disfrutará más y peor todavía, se la hiperregala. Como he escrito anteriormente, sabe que recibirá más regalos por su cumpleaños, por su santo, por aprobar los estudios, por san Valentín, por el día de la madre, del padre, etc. De aquí el interés por conocer el uso que hará de la mercancía porque seguramente, le harán falta cosas más útiles y no tan caras.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor