¡No todo son obligaciones!

Una vez salimos de la escuela y entramos en el mundo laboral intercambiamos la obligación de ir al centro escolar por la de ir al puesto de trabajo. Son dos obligaciones universales, la primera la dictamina el sistema educativo de cada país y la segunda lo hace la necesidad de supervivencia y posteriormente la del bienestar. Vivimos en una sociedad capitalista y sin dinero es muy difícil salir adelante. Tenemos que pagar la vivienda, la comida y los impuestos correspondientes. Esto por un lado y por el otro tenemos el ocio, la capacidad de disfrutar de las no obligaciones, viajar, bailar, hacer ejercicio físico, leer, pasear, hacer tertulias con los amigos, etc.

Son conductas que no generan ninguna fuente económica pero por el contrario, aportan bienestar emocional, es más, son de vital importancia para poder disfrutar del dinero ganado. Igual que durante la etapa escolar después de salir de clase hacíamos alguna actividad extraescolar, íbamos a jugar o pasear con los amigos o incluso nos quedábamos en casa a ver un rato la televisión, durante la etapa trabajadora hay que hacer algo similar.

Tenemos que desconectar de las obligaciones porque sino, nos volvemos sus esclavos. Desgraciadamente, hay gente que fuera del trabajo es incapaz de disfrutar de su tiempo y se queda haciendo horas extras o también hay quién se autoimpone todavía más obligaciones, como por ejemplo cuidar de los sobrinos, de los nietos, de los hijos de los amigos o de sus mascotas o incluso, adoptar un animal de compañía. Esta última opción es la más desastrosa porque se adopta por amor, no por un estado emocional temporal como puede ser el aburrimiento, la falta de compañía o la frustración creada por alguna carencia emocional.

Con esto quiero decir, que en cuánto este estado emocional desaparezca, también lo harán las ganas de tener la mascota porque no habrá motivación para cuidarla. Pasará de ser un momento agradable a ser una obligación y estas se tienen que cumplir aunque no queramos. No hay que olvidar que estamos hablando de seres vivos, mayoritariamente, las mascotas más adoptadas son gatos y perros y hay que tener en cuenta que van a estar con nosotros por los menos 10 años. Entonces, antes de dar el paso razona si estás dispuesto a sumir la responsabilidad de cuidar y criar a otro ser vivo, dedicarle una buena parte de tu tiempo.

No es muy prudente adquirir responsabilidades sin tener la necesidad de hacerlo, busca otra forma de apaciguar tus pensamientos o inquietudes. Ten presente que son temporales y tu estado mental acabará mejorando, sólo que con la mente ocupada en el ocio, lo hace antes y mejor, por su parte, haciéndolo con las obligaciones sólo alargas la situación y además, acabas empeorando. ¡Así que déjate de obligaciones y disfruta de tu tiempo libre!

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor