Vivir como un viajero

Vivir como un viajero

Ene 28, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Un pasaporte, una tarjeta de crédito y algo de dinero es lo único que necesita el viajero para sentirse realizado y vivir en armonía consigo mismo. Alejado de la ansiedad y de los estados depresivos. Su vida es minimalista en lo que a bienes materiales se refiere, los tiene para su uso y una vez han sido utilizados se deshace de ellos. Esta frase puede ser una definición de la felicidad, juntando los tres conceptos con las ganas de conocer lugares nuevos o repetir los que nos gustan, somos felices. Cierto que es subjetiva y que cada cual la encuentra a su manera y esta sólo sería una más. Gastar una parte de nuestro dinero en viajar y vivir aventuras, salir de nuestra rutina diaria y además, nos mantiene motivados para cumplir con nuestras obligaciones sociales.

Las interpretamos de otro modo, no como impuestas por nuestro lugar de residencia, sino, como algo necesario para convivir con el resto de la sociedad. Tenemos que trabajar, producir y pagar impuestos para luego recibir ayuda del estado en caso de necesidad. También somos conscientes que si sumamos el mes de vacaciones y los festivos podemos irnos unas cuatro o cinco veces al año. Digamos dos veces 15 días o 4 veces 7 y luego otras tres veces de puente, son más 5 viajes para conocer y disfrutar donde queramos.

Algunos nos iremos a conocer lugares nuevos y otros se irán al mismo lugar de siempre, pero ambos lo haremos con las mismas ganas de disfrutar. Viajando nos damos cuenta que con poco tenemos suficiente para estar a gusto. En una maleta o mochila de apenas 12 kilos cabe todo lo necesario, un ordenador y algo de ropa, luego en los bolsillos del pantalón o de la chaqueta llevamos el teléfono, el pasaporte y la cartera de dinero. Con este kit de supervivencia tenemos lo básico para disfrutar donde vayamos, incluso en nuestro hogar. Esto viene a ser la filosofía de vida del viajero, ser minimalista y no acumular objetos innecesariamente.

Los bienes materiales están muy bien mientras cumplen su función pero una vez realizada es mejor deshacerse de ellos. ¿De qué sirve tener tanta ropa si siempre nos ponemos las mismas prendas? y de igual modo, ¿De qué sirve tener la casa llena de muebles, si realmente lo que más usamos son las sillas, la mesa y el sofá?

La filosofía del viajero nos habla de la importancia de las fotos, del poder condicionante que tienen, de las asociaciones que hacemos con ellas. Es verlas y recordar lugares y momentos vividos. Con esto quiero decir que si te apegas al materialismo pero no lo usas es mejor sacarle fotos. ¿Qué más da verlo en imágenes que tenerlo guardado si no haces uso de él? Para que esté ocupando un espacio, mejor que esté en el ordenador o en el teléfono. El viajero es justo lo que hace, sacar fotos de los lugares que visita, no comprar objetos que se los recuerden. De esta forma cada vez que quiere recordar algún aspecto del viaje, recurre al teléfono y lo encuentra al momento.

Luego, otra ventaja es que se pueden guardar en la red, internet nos facilita muchos sitios para este propósito. Resumiendo, con una tarjeta de crédito, algo de dinero y un pasaporte somos libres para ir a casi cualquier parte del mundo, sólo depende las ganas de cada uno de ver más allá de su zona de confort.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor