Psicología destructiva y tóxica

Psicología destructiva y tóxica

Sep 30, 2021 0 Por Omar El Bachiri

Es ejercida por gente no competente académicamente, su formación se basa en haber leído libros de autoayuda y visto documentales sobre psicología. En consecuencia, interpretan que tienen la capacidad de ejercer como terapeutas. Simultáneamente, también hay quien estudia cursos de fin de semana o de algunos pocos meses de duración. Luego, su forma de trabajar es repetir frases optimistas extraídas de las redes sociales o de artículos de prensa. Además, lo hacen sin tener en cuenta ni el nivel cultural, ni las capacidades cognitivas de sus pacientes. No distinguen entre ellos, usan el mismo discurso para todos por igual, (creencias limitantes y creencias irracionales). Son unos charlatanes, hablan sin conocimientos científicos, se basan en la farándula y en la desesperación del paciente en entender su problema o situación actual.

Basan sus terapias en el pensamiento mágico (supersticiones, azar, karma, destino), quieren relacionar las coincidencias con el pensamiento. ¡Has pensado esto y ha sucedido aquello! – quieren hacerte creer que tus pensamientos tienen el poder de hacer que las cosas sucedan por sí solas, (Ley del mínimo esfuerzo y de la atracción). En definitiva, que no te aportan herramientas mentales para que puedas cambiar tu forma de interpretar los sucesos. Pero todavía peor, hacen que te sientas culpable porque te hacen creer que estás así por tu culpa, pues todo depende de ti. Te repiten una y otra vez que si quieres conseguir algo, puedes hacerlo. Sólo tienes que desearlo con todas tus fuerzas y lo conseguirás. Así, ¡sin más!

Indudablemente que si deseas algo e intentas conseguirlo, puedes lograrlo pero con determinación, constancia y un alto umbral a la frustración Te estoy hablando de la actitud, la forma de interpretar la vida y una actitud optimista y valiente se compone exactamente de estos tres conceptos, son indispensables en cualquier ecuación de superación personal. Si no los tienes en cuenta, seguramente caerás en la desesperación, en el abandono de los objetivos y adquiriendo sentimientos de inferioridad.

Con esto quiero que entiendas la importancia de elegir adecuadamente al terapeuta para tratar tus inquietudes psicológicas. La mente humana es muy compleja y se requieren años de estudios y una preparación determinada para hacer entender al paciente su funcionamiento y cómo, por qué y para qué se altera su estado mental. Así por ejemplo, una misma situación interpretada de modo diferente provoca sentimientos distintos. Luego, otra cosa muy importante y que estos charlatanes omiten es el sentido de las emociones. Están para guiarnos, si tenemos ganas de llorar o estar melancólicos, pues lloramos y estamos tristes. ¿Por qué no?

Es saludable y necesario conocer el malestar para así identificarlo, desglosarlo y de esta manera poder disfrutar de la alegría. Es más, es contraproducente no expresar las denominadas emociones negativas, aunque realmente no lo son pues nos benefician mentalmente, desintoxican el organismo de la frustración y la rabia. Es normal enfadarse o estar triste cuando las cosas no salen como queremos o nos anuncian una mala noticia.

Simplemente hay que ser conscientes de su uso y entender que son temporales, están para expresar nuestro estado emocional de ese preciso momento, una vez superado desaparecen. Por eso no hay que reprimirlas, la cuestión es no adquirir el hábito de siempre estar tristes. Igualmente, forman parte de la conducta no verbal y son muy eficaces, pues sólo con expresarlas damos a entender lo que estamos sintiendo y el hecho de no querer mostrarlo es fuente de trastornos mentales, como podría ser la ansiedad. Dicho de otra forma, las emociones están para hacernos felices, unas veces lo harán de forma directa y otras de forma indirecta. Nos harán llorar y estar melancólicos para entender que tenemos más motivos para sonreír que para llorar. En cuanto hacemos el balance pérdidas-ganancias, lo percibimos y esto se consigue con el punto de enfoque, si valoramos más las primeras o las segundas.

Como he dicho más arriba, se trata de entender su funcionamiento y lamentablemente, hay que gente que se deja manipular o condicionar por los charlatanes, se han creído sus palabras y viven contracorriente. Van en contra de su propio organismo, no le dan la posibilidad de recuperarse y pasado un tiempo entran en depresión o en una angustia interminable. Son personas que lo están pasando mal por algún motivo en concreto y en vez de cuestionarse el surgimiento de dichas emociones, para así buscar una solución plausible y mejorar su estado anímico de forma natural, prefieren enmascararlos con la felicidad tóxica. Han encontrado una forma rápida de cambiar la sintomatología de sus emociones, pero a ojos de los demás porque interiormente están destrozados. Esta felicidad artificial se compone de conceptos tales como la alegría, la sonrisa y la actitud optimista, pero no pueden ser expresados de forma natural porque detrás está la tristeza, la depresión, la angustia, el miedo, la ira, etc.

Por lo tanto, viendo el abanico de conceptos condicionando su expresión, lo ideal es ir trabajando cada uno por separado y en cuanto la media sea positiva, la felicidad deja de ser tóxica y empieza a dar sus frutos. Guiar la conducta hacia actos productivos y no dañinos. En conclusión, la felicidad, se vive y se siente, no se finge, es un estado anímico interno, de satisfacción personal e inevitablemente se compone de todas las emociones existentes. Con esto quiero decir, que no hay porqué mostrarla si no queremos, ya que es individual y subjetiva. No la interpretamos todos de la misma manera, lo que para unos es aburrido y una pérdida de tiempo o dinero, para otros es totalmente lo contrario, algo entretenido y productivo.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo y escritor