¡Saber venderse!

¡Saber venderse!

Oct 24, 2022 0 Por Omar El Bachiri

Para destacar entre la multitud tenemos que ser capaces de proyectar nuestras virtudes. Vivimos en sociedad y esto significa competir contra los demás para conseguir nuestros objetivos personales. Porque por muy buenos que seamos en nuestro sector o por muchas capacidades que tengamos, si no las sabemos aprovechar o mostrarlas, no haremos nada con ellas. Esto funciona así tanto en el ámbito profesional como en el amoroso, se trata de estar presente para los demás, de que sepan de nuestra existencia. Tenemos que crearles la necesidad de querernos contratar o conocernos y en la parte amorosa, se trata de lucir nuestro perfil atractivo.

Pero claro, esto comporta hacer vida social o por lo menos, salir de casa y que nos vean por la calle, ir a caminar, a correr, entrenar en un gimnasio, tomar algún aperitivo en una cafetería, ir a hacer la compra de manera regular, etc. El amor puede aparecer en cualquier lugar, sólo tenemos que estar allí en el momento adecuado. Otra opción es estar presente en las redes sociales, también es una buena manera de ser visible actualmente. Nunca sabemos si hemos despertado el interés de alguien más pero eso si, tenemos que ser naturales porque si estamos imitando o fingiendo una personalidad o manera de ser, en cuanto nos conozcan verán qué nuestro vocabulario y comportamiento no es coherente con la imagen que estamos mostrando.

Se trata de mostrarnos tal cual somos pero potenciando las virtudes y minimizando los defectos porque estos últimos siempre son circunstanciales porque dependen directamente del lugar y momento en el que nos encontramos. Paralelamente, en el ámbito profesional no se trata tanto de mostrarnos tal cual somos, si no de mostrar la mejor versión de nosotros mismos porque se trata de que nos contraten. En este segundo caso, las apariencias juegan un rol determinante, la conducta no verbal y las palabras que usamos para interactuar proyectan la figura que busca la otra parte, porque nos quiere para aumentar su facturación, no para ser su pareja sentimental.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor