Sexo con muñecos

Sexo con muñecos

Abr 8, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Es una parafilia que está ganando cada vez más adeptos e incluso, se ha normalizado socialmente, mantener relaciones sexuales con seres de silicona o plástico. Hay quien lo hace por necesidad porque no encuentra una pareja humana para copular y hay quien lo hace por comodidad. Hay que saber que las parafilias son comportamientos sexuales que van más allá del acto en sí, centran su atención en situaciones, objetos o en el sufrimiento ajeno e incluso en su propio como manera de conseguir el placer (masoquismo). Pero en lo referente al artículo, estamos hablando de mantener sexo con objetos inanimados con forma de mujer o de hombre.

En teoría no hay ningún problema pero si profundizamos en los motivos de este comportamiento encontraremos una carencia de herramientas cognitivas y/o ganas de interacción sexual. Pero desgraciadamente, el abuso de estas conductas empeora el primer motivo y potencia el segundo, dando como resultado en los dos casos el aislamiento social. Por un lado, la persona sin recursos cognitivos no evoluciona en el sentido de aprender nuevas maneras de relacionarse, ya sea porque es tímida o miedosa. Como no interactúa en este sentido, se siente retraída cada vez más hasta acabar expresándolo en todos los ámbitos de su vida y en muchas ocasiones, incluso su carácter se vuelve agrio.

Por el contrario, la persona que no tiene ganas de interactuar sexualmente porque busca la comodidad y el placer inmediato acaba aislándose también pero su carácter lejos de volverse agrio, refleja todo lo contrario, calma y serenidad. Esta diferencia se debe al motivo, uno es por obligación y el otro es voluntario, no por necesidad fisiológica. En el caso de la timidez o el miedo al rechazo de la otra parte, la persona se ve obligada a acudir a los muñecos para satisfacer la necesidad sexual, sin embargo, en la negación de interacción sexual es muy diferente dado que el objetivo es precisamente esto mismo, conseguir el orgasmo sexual sin tener que razonar, ni mostrar sus virtudes o esconder sus defectos. Se busca el placer inmediato sin tener que socializar con nadie.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor