Sin motivación la vida pierde su sentido

Sin motivación la vida pierde su sentido

Nov 3, 2023 0 Por Omar El Bachiri

El humano somos un animal activo y por lo tanto, tenemos que movernos para no enfermar. La falta de ejercicio físico es la principal causa de muerte porque comporta problemas cardiovasculares, de respiración y de obesidad. Con esto quiero decir que estando motivados a hacer ejercicio físico, nos ahorramos una gran parte de estos problemas. Por lo tanto, esta es la clave para movernos y uno de los peores enemigos que tiene es cuando nos lo dan todo hecho porque llega un punto que no valoramos el esfuerzo que compuerta. Un ejemplo son los adolescentes apáticos, jóvenes aburridos de sus juguetes (teléfono, móvil, tablet, ordenador, bici, moto, etc.) objetos que han obtenido sin ningún esfuerzo mental, físico, ni económico y lamentablemente, no han adquirido disciplina, ni compromiso con ellos mismos. Es decir, la capacidad de no rendirse ante las adversidades.

No están motivados para hacer nada, van a la escuela por inercia porque es su obligación pero no le encuentran sentido a estudiar, ni a conseguir ningún título académico porque no comprenden su importancia. No se dan cuenta que hoy día, sin un mínimo de estudios tienen muchas puertas del mercado laboral cerradas. Están acostumbrados a pedir y recibir inmediatamente, no tienen la necesidad de esforzarse para conseguirlo y con el tiempo se sienten inútiles dado que, nada depende de ellos. A modo de ejemplo expondré unas situaciones que pueden parecer fantásticas pero que son destructivas mentalmente: imaginemos que vamos a cenar al restaurante y que en el momento de pagar nos dicen que está todo pagado; vamos de compras y tampoco tenemos que pagar; la factura de la luz, del teléfono, del internet, del gimnasio e incluso los impuestos los tenemos de balde.

Es decir, que alguien más paga nuestras facturas y por lo tanto, nuestro dinero no tiene ningún valor porque sólo pidiendo, conseguimos todo lo que queremos. Llegará un punto que nos sentiremos inútiles socialmente porque sentiremos que no aportamos nada, que no somos ningún valor añadido. Entonces, no tendremos ningún motivo para ir a trabajar dado que, tenemos la supervivencia asegurada: el alquiler o hipoteca del piso, la comida la ropa, los medicamentos, etc. En definitiva, tendremos la sensación de ser igual que un animal de compañera, solo que con la capacidad de razonar y desgraciadamente, llegaremos a la conclusión de que sobramos.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor