Tres actitudes diferentes para afrontar la vida

Tres actitudes diferentes para afrontar la vida

Abr 9, 2022 0 Por Omar El Bachiri

La actitud se puede resumir como la forma de interactuar con las situaciones cotidianas. Es la forma de vivir el día a día y consecuentemente, las costumbres y los hábitos vienen condicionados por ella. Entonces, tenemos la depresiva, la indiferente y la optimista y como se puede imaginar, las repercusiones mentales también serán diferentes. La depresiva se caracteriza por la ansiedad y la tristeza, la persona vive las situaciones con miedo, no las disfruta por muy positivas que sean porque siempre está a la espera de alguna noticia negativa o de que la situación actual acabe en desgracia. Vive en el pasado y hace una relación directa entre las situaciones vividas con las que vivirá, dando como resultado un estado de tristeza y depresivo porque interpreta que el resultado no se puede cambiar.

Por su parte, la indiferente es neutra y como resultado se vive en la reactividad emocional, si las situaciones son alegres, se sonríe y si son tristes, se llora. También decir que tiene sus ventajas porque la persona no espera nada de la vida, se comporta tal cual se presentan las situaciones, se adapta a ellas pero el problema surge cuando vienen muchas negativas de golpe o seguidas en un corto plazo de tiempo. La adaptación se hace de forma depresiva y el estado depresivo se puede transformar en depresión crónica. Igualmente, hay que afirmar que todos tenemos estados depresivos, solo que transcurridos unos días desaparecen porque el estado optimista acaba imponiéndose y es que siendo optimistas la vida se interpreta de una manera diferente a las otras dos. Con la primera, la persona se focaliza en el pasado, no disfruta del presente y dibuja un futuro catastrófico.

Con la segunda, se deja llevar por las circunstancias pero si no vigila puede caer en el comportamiento compulsivo ya que no razona las situaciones, todo son emociones. En cambio, con la optimista la persona razona las situaciones y busca cómo sacarles provecho, aunque en un principio parezca imposible. Significa vivir en el presente, sin dejar de pensar el futuro y cogiendo el pasado como referente pero sin dejarse condicionar por él.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor