Utilizar el trabajo como refugio

Utilizar el trabajo como refugio

Dic 19, 2021 0 Por Omar El Bachiri

Es bastante común cambiarle la función al trabajo, cuando realmente sólo es una fuente de ingresos económicos, así de simple. Nadie trabaja gratis, ni el mejor de los abogados, ni el mejor cirujano del mundo, ni la clase política, ni tus padres, ni tú mismo lo haces. Todos buscamos dinero a cambio de nuestros servicios, intercambiamos tiempo y conocimientos por dinero. Sin embargo, hay quien lo usa como forma de refugio, le dedica todo el tiempo posible para no pensar en lo desgraciada que es su vida. Es su forma de afrontar los conflictos o las preocupaciones (si no las veo, no existen).

Esta gente sale temprano de casa y llega tarde, apenas le queda tiempo para darse una ducha y cenar. Es entrar por la puerta, saludar a la familia, intercambiar algunas palabras con sus miembros y poco más, ya es la hora de meterse en la cama y así toda la semana. Luego, el día de descanso, si lo tiene lo dedica a planear la semana siguiente. Su conducta está reflejando indiferencia hacia los demás o miedo a la situación vivida en el hogar. No tiene la valentía de afrontarla y asumir las consecuencias que puedan surgir.

Esto por una parte y por la otra, también es debido al aburrimiento, es incapaz de disfrutar fuera del ámbito laboral. Todo lo que no sea ser productivo económicamente le parece una pérdida de tiempo y esto es debido a la falta de organización ya que dedicar mucho tiempo al trabajo no es sinónimo de mayores beneficios. Si lo fuera, los taxistas y el ramo de la construcción serían los más ricos del planeta. Es gente que hace muchas horas semanales y trabaja duro.

Referente a sustituir la función del trabajo, es un hecho desastroso a nivel personal ya que el bienestar de la persona pasa por trabajar y lamentablemente, cuando llegan las vacaciones o los festivos, los vive más como una pesadilla que como una alegría o un premio a su constancia y dedicación. Sin ir más lejos, mucha gente cuando se jubila se siente inútil y vive un infierno, los días se hacen interminables. Es lo que sucede cuando nos definimos únicamente en base al trabajo y descartamos el conjunto personal. Una cosa es nuestra profesión u oficio y otra muy diferente es cómo nos definimos, podemos ser repartidores de pizzas y artistas al mismo tiempo.

Una cosa es cómo nos ganamos la vida y otra es cómo la disfrutamos. El trabajo nos aporta dinero y nosotros decidimos qué hacer con él, si acumularlo, adquirir deudas, reproducirlo o dilapidarlo. Dicho de otra forma, su función no es substituir las carencias emocionales, ni ocupar el tiempo libre, sino, concedernos tiempo para disfrutar del dinero generado.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor