Vivir en la negatividad y en la culpa constantemente

Vivir en la negatividad y en la culpa constantemente

Feb 27, 2023 0 Por Omar El Bachiri

Es paradójico vivir en el pensamiento negativo y en la culpa de manera continua pero paralelamente, quejarse de que sólo nos suceden desgracias y/o que no vivimos alegrías de ninguna clase. Lamentablemente, no es algo compatible la negatividad y el bienestar mental, dado que por muchas cosas buenas que nos sucedan, jamás la interpretaremos como tal porque siempre habrá un pero y/o un podría ser mejor. Pero antes de seguir hay que aclarar que la culpa imposibilita disfrutar de nada ya que la mente se queda anclada en el pasado. Por su parte, la negatividad generaliza el pasado tanto al presente como al futuro y por ende, el resultado siempre será un pronóstico decepcionante. Con lo cual, es imposible ver la realidad de forma objetiva porque la subjetividad se lleva la mayor parte. Esto incluye citas amorosas, con amistades, compañeros de trabajo, viajar, salir a pasear, descansar, etc.

El abanico es muy amplio y no entiende de lugares, ni de momentos del día, siempre se avecina lo peor. Es más, se produce el efecto llamada, la negatividad prepara escenarios para que recrear situaciones negativas que seguramente no lo son pero subjetivamente, se interpretan como tal. La persona entra en un bucle sin salida y acaba reafirmando sus creencias, ella misma se retroalimenta y con cada pensamiento negativo sale más reforzada. También hay que decir que la mente jamás irá en contra nuestra, si recibe información negativa, se comporta acorde a ella y provoca emociones y sentimientos de tristeza o rabia, prepara al organismo para lo peor, no quiere un desequilibrio mental y Ahora, ¿cómo no entrar en este bucle?, pues la respuesta la encontramos primero en asumir las consecuencias de nuestras decisiones y segundo, en aceptar que no tenemos el poder de predecir el futuro.

Entonces, una vez aceptamos el resultado obtenido por nuestras decisiones, valoramos en qué medida nos perjudica y buscamos mejorar en este aspecto, en la toma de decisiones. Esto es así porque quizás somos demasiado impulsivos o todo lo contrario, nos va la parsimonia, todo lo dejamos para el último momento y cuando vemos que no llegamos, tomamos las decisiones sin demasiado raciocinio, nos guiamos por las emociones. Luego, sacarnos de la cabeza la asociación inexistente entre los hechos, no porqué hoy haya sido un mal día, mañana tenga que serlo.

No porqué hoy llueva, mañana también tenga que hacerlo y por desgracia, la mente negativa utiliza este sesgo cognitivo, el retrospectivo. Este nos dice que la persona se reafirma diciendo: “¡ves!, te lo dije, sabía que pasaría”. Está analizando la situación anterior con la información actual y en consecuencia, sobreestima la decisión tomada. Se justifica pensando en la evidencia y claridad de un suceso por el simple hecho de haber ocurrido con anterioridad. La persona negativa se agarra aunque sea a un claco ardiendo con tal de defender su pensamiento catastrofista.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo clínico y escritor